EL METABOLISMO Y EL ENVEJECIMIENTO VAN DE LA MANO.
Realizado por: María José Polo y Carmen García.
1.CAMBIOS EN LA TASA METABÓLICA BASAL CON LA EDAD.
Durante muchos años, se ha creído que el metabolismo basal depende en gran parte de la edad. Siempre se ha constatado que la adolescencia es una época en la cual el gasto calórico es muy elevado, y a partir de los 40-50 años, el metabolismo baja de manera significativa.
Lo que realmente es cierto es que, siempre ha sido difícil determinar exactamente el motivo por el cual, el gasto calórico es diferente en cada persona.
Se cree que aspectos como el paso de los años, la genética, el estilo de vida… son factores que influyen en el metabolismo de cada uno.
En un estudio reciente, publicado por la revista Science, se señala que el momento en el cual empieza a reducir el metabolismo basal de manera significativa comienza más tarde de lo que se esperaba y llega al punto más alto en una edad muy temprana.
El Antropólogo Herman Pontzer, juntamente con un equipo internacional de científicos, analizaron en un estudio a > de 6.600 personas en edades comprendidas entre una semana de edad hasta los 95 años.
Para realizar el estudio, se valoró la quema de calorías realizando tareas diarias como caminar, moverse, ir al trabajo…
Los expertos llegaron a la conclusión que los bebés tenían tasas metabólicas más elevadas que los adolescentes o incluso más elevadas que las personas con menos de 30 años de edad. Las necesidades energéticas se disparan hasta los primeros 12 meses de vida, así que el primer año de vida, es el que consumimos más energía que otras etapas.
Por otro lado, el metabolismo empieza a decaer de manera significativa a partir de los 60 años de edad. A partir de esa edad, el metabolismo decae en un 0,7% por año. Durante las décadas de los 20, 30,40 y 50 años de edad, el metabolismo se mantiene estable. Es decir, de los 20 a los 60 de edad, no hay cambios a nivel metabólico ni reducción de este.
2. ALTERACIONES EN LA COMPOSICIÓN CORPORAL.
La composición corporal depende de diferentes factores tales como la edad, el sexo, etc. Puede verse afectada por el ejercicio físico, que favorece el depósito de proteínas y la reducción de los depósitos grasos, así como ciertas alteraciones hormonales. El organismo humano está formado fundamentalmente por agua (50-70%), proteínas (12-20%), grasa (10-30%), minerales (5-10%) e hidratos de carbono (1-2%). La mujer tiene mayor proporción de grasa que el varón y menor contenido en proteínas. Con la edad, tiende a disminuir el contenido de agua y de proteínas y a aumentar la proporción de grasas, en ambos sexos.
Las alteraciones en la composición corporal debido al metabolismo ocurren cuando se producen desequilibrios en el balance energético o en la regulación hormonal, afectando la cantidad de masa grasa, masa muscular y agua corporal.
Por ejemplo, el aumento de grasa corporal, como en la obesidad, puede deberse a un exceso de calorías consumidas o a un metabolismo lento, influido por hormonas como la insulina y el cortisol, que promueven el almacenamiento de grasa. Por otro lado, la pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia, suele estar relacionada con el envejecimiento, enfermedades crónicas o una baja actividad física, y puede agravarse por disminuciones en hormonas como la testosterona o la hormona del crecimiento.
En otros casos, la pérdida de masa grasa ocurre cuando el cuerpo prioriza el uso de las reservas de grasa como energía, algo común en el hipertiroidismo o en situaciones de estrés intenso. Además, puede presentarse retención de líquidos debido a alteraciones metabólicas, como problemas renales o desequilibrios hormonales, que causan acumulación de agua en los tejidos.
Por último, ciertas condiciones, como el síndrome de Cushing o la menopausia, pueden provocar una redistribución anormal de la grasa corporal, modificando la composición general del cuerpo.
3. DISMINUCIÓN DE LA EFICIENCIA MITOCONDRIAL Y PRODUCCIÓN DE ENERGÍA.
La eficiencia mitocondrial se puede cuantificar a través de la medición de la relación ATP/O, es decir la relación entre la cantidad de ATP generado por unidad de oxígeno consumido. Por otro lado, los trastornos mitocondriales hacen que las mitocondrias dejen de funcionar correctamente, de modo que cada vez se genera menos energía dentro de las células. Esto puede provocar una lesión celular o incluso la muerte celular, de modo que los sistemas del organismo no funcionarán correctamente. Sin embargo, a las mitocondrias les encantan los deportes de resistencia, dormir lo suficiente, los periodos de ayuno y una dieta sana rica en nutrientes. Además, los suplementos dietéticos especiales con micronutrientes importantes para las mitocondrias pueden ayudar a reforzarlas. Con estos ejemplos, combatiremos la disminución de la eficiencia mitocondrial que produce un bajo nivel energético, para conseguir la mayor energía posible mediante el buen funcionamiento de la mitocondrias .
4.ESTRÉS OXIDATIVO Y SU RELACIÓN CON EL ENVEJECIMIENTO.
El estrés oxidativo tiene lugar cuando se producen en nuestro cuerpo compuestos que no son útiles para la vida (radicales libres, agua oxigenada, etc.). Cuando su presencia es excesiva, reportan consecuencias negativas porque alteran, por ejemplo, la funcionalidad de la membrana.
Si las membranas se rompen, las células se mueren y la enfermedad aparece. En un individuo sano y con unas pautas adecuadas de alimentación y de estilo de vida, el estrés oxidativo se puede minimizar. No por completo, pero se puede controlar.
De esta manera, cuando el organismo envejece, los mecanismos de control del estrés oxidativo dejan de funcionar correctamente.A mayor estrés oxidativo, mayor actividad de los mecanismos de control.
Por último , cabe mencionar que no podemos librarnos del estrés oxidativo debido a que somos seres humanos que tienden a envejecer por regla natural pero sí existen formas de protegernos contra él. Obviamente, los comportamientos sedentarios influyen negativamente en este proceso. Hay que tener siempre en marcha la maquinaria para que todo esté engrasado. Es importante caminar, hacer deporte,
ejercitar el cerebro, etc. para ralentizar la oxidación y, con ello, el estrés oxidativo y la pérdida de homeostasis.
Estrés oxidativo.
Cambios en la piel como consecuencia del estrés oxidativo.
Cambios en la piel como consecuencia del estrés oxidativo.
5. CAMBIOS HORMONALES QUE AFECTAN AL METABOLISMO.
El equilibrio del sistema hormonal es muy importante para el buen funcionamiento del organismo, ya que participa en la regulación del metabolismo celular, en el balance de la composición corporal, en la función sexual y reproductiva y también en el rendimiento deportivo.
Por otro lado, los beneficios que se pueden obtener de una alimentación equilibrada y personalizada, van a estar íntimamente relacionados con un adecuado funcionamiento del sistema endocrino.
La insulina es la “llave” metabólica que permite disminuir el nivel de azúcar en la sangre y estimular el metabolismo de la glucosa, las proteínas y las grasas. Hablaremos de ella más tarde.
LAS TSH (hormonas tiroideas): Estas hormonas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo, y están involucradas en los procesos metabólicos, ayudando al cuerpo a utilizar energía. Son liberadas por la glándula tiroidea, la cual se encuentra en la base del cuello. niveles bajos de hormonas tiroideas (hipotiroidismo subclínico) genera desórdenes en el organismo, manifestando diferentes signos y síntomas tales como: aumento de peso, edemas en los ojos, cansancio, piel seca, estreñimiento, ralentización del metabolismo y dificultad para el descenso de peso, mayor sensibilidad al frío, etc.
El cortisol. Es una hormona segregada por la corteza suprarrenal. Regula la presión arterial, el metabolismo de la glucosa y las respuestas fisiológicas al estrés. Es de vital importancia para poder levantarse por la mañana, disminuir la inflamación, y enfrentar el estrés físico y emocional de la vida cotidiana.
Vivimos en un mundo acelerado, muchas veces con niveles de estrés demasiado elevados, y el organismo compensa produciendo mayor cantidad de cortisol. Es fundamental tener en cuenta que, aunque una persona mantenga una dieta equilibrada y haga ejercicio de fuerza muscular frecuente, sus niveles de cortisol se encuentren muy elevados, y va a perder masa muscular y será muy difícil generarla. Además, con el paso del tiempo, el metabolismo basal va disminuyendo, dificultando el gasto de energía en reposo, el control de peso y el de la composición corporal.
Por último, la testosterona es una hormona androgénica muy importante, tanto para hombres como para mujeres, segregada por los testículos, pero también por los ovarios en la mujer, y por la corteza suprarrenal en pequeñas cantidades.
Es fundamental tener niveles adecuados de dicha hormona, ya que con el paso del tiempo disminuye (alrededor de los 35-40 años), y si no está controlada, se va perdiendo la capacidad de sostener la masa muscular y de hacer ejercicio de fuerza (hipertrofia). Además, la disminución de la mineralización ósea y de la actividad metabólica basal, van a generar alteraciones en la composición corporal, acumulación de grasa a nivel abdominal, produciendo menor sensibilidad a la insulina y dificultades para la pérdida de peso.
6. RELACIÓN ENTRE EL ENVEJECIMIENTO Y LA RESISTENCIA A LA INSULINA.
El envejecimiento está estrechamente relacionado con el desarrollo de resistencia a la insulina debido a varios factores fisiológicos y metabólicos. A medida que envejecemos, la pérdida progresiva de masa muscular reduce la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar la glucosa de manera eficiente, ya que el músculo es uno de los principales tejidos sensibles a la insulina.
Además, el aumento de la grasa corporal, especialmente la grasa visceral, libera sustancias inflamatorias que interfieren con la acción de la insulina. Este proceso se ve agravado por una inflamación crónica de bajo grado, característica del envejecimiento, donde se liberan citocinas proinflamatorias, que afectan negativamente la señalización de la insulina.
Otro factor importante es el estrés oxidativo, que se incrementa con la edad debido a la acumulación de radicales libres, los cuales dañan las células y dificultan la acción normal de la insulina. Además, los cambios hormonales asociados al envejecimiento, como el aumento de cortisol y alteraciones en la leptina, contribuyen a un desbalance metabólico que complica el control de los niveles de glucosa.
En conjunto, estos cambios hacen que el envejecimiento sea un factor clave en el desarrollo de resistencia a la insulina, aumentando significativamente el riesgo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas en la población mayor.
7.ROL DE LA DIETA Y LA RESTRICCIÓN CALÓRICA EN LA LONGEVIDAD Y LA FUNCION METABOLICO.
La Restricción calórica (RC) consiste en ingerir una dieta reducida en calorías y equilibrada en nutrientes, con el objeto de alcanzar mayor longevidad en buen estado de salud, evitar la
obesidad y evitar o retrasar las enfermedades en la ancianidad. Es decir, una ingesta suficiente para las necesidades energéticas del cuerpo humano.
Cada ser humano tiene un determinado metabolismo que depende de sus características genéticas y epigenéticas, y a ellas debe adaptarse su dieta. Todo lo que consumimos en exceso, nuestro organismo y en función de nuestra fisiología y bioquímica molecular, se metaboliza, obtiene energía, se elimina o se almacena en forma de grasa. Debido a esto, el exceso de dieta provoca daño celular y acortamiento de la vida. La mitocondria es la turbina metabólica de producción de energía, y los nutrientes acaban en CO2 y H2O. Su funcionamiento y su buen estado fisiológico conducen a una mayor longevidad. En seres humanos, la restricción calórica es beneficiosa, y previene una larga lista de enfermedades de la ancianidad que, protege contra las causas del envejecimiento, impide la acumulación de daño como menciona la eminente investigadora española María Blasco, que se concreta en la pérdida de telómero protector de los extremos de los cromosomas y mantienen la célula joven. Los telómeros se desgastan a lo largo de la división celular, mientras que la telomerasa repara y los alarga y consigue, según la mencionada investigadora, incrementar una longevidad activa. Por otro lado, Guarante descubrió que la restricción calórica activaba la transcripción de un gen denominado sirtuina 2 (SIR2), con capacidad para retrasar el envejecimiento.
8.ESTRATEGIAS PARA ENLENTECER EL ENVEJECIMIENTO METABÓLICO.
El envejecimiento no se puede detener, somos humanos que tendemos a envejecer. No obstante, existen estrategias para ralentizar el envejecimiento: intervenciones dietéticas, como el uso de dieta mediterránea, restricción calórica y el ayuno intermitente; ejercicio físico, el cual proporcionará un buen estado físico y ayudará a alcanzar un estado de vida saludable; y el empleo de fármacos como el resveratrol o la metformina, el cual además de usarse como tratamiento para la diabetes, algunas investigaciones muestran una clara relación con su uso y el resultado de un envejecimiento saludable a través de dianas como GDP1 y AMPKγ2. Estas conclusiones apoyan la realización de nuevas investigaciones dirigidas a posicionar el fármaco metformina, desde su utilización como tratamiento de la diabetes, a la regulación de la biología relacionada con el envejecimiento.
Fármaco metformina.
Por otro lado, los beneficios que se pueden obtener de una alimentación equilibrada y personalizada, van a estar íntimamente relacionados con un adecuado funcionamiento del sistema endocrino.
La insulina es la “llave” metabólica que permite disminuir el nivel de azúcar en la sangre y estimular el metabolismo de la glucosa, las proteínas y las grasas. Hablaremos de ella más tarde.
LAS TSH (hormonas tiroideas): Estas hormonas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo, y están involucradas en los procesos metabólicos, ayudando al cuerpo a utilizar energía. Son liberadas por la glándula tiroidea, la cual se encuentra en la base del cuello. niveles bajos de hormonas tiroideas (hipotiroidismo subclínico) genera desórdenes en el organismo, manifestando diferentes signos y síntomas tales como: aumento de peso, edemas en los ojos, cansancio, piel seca, estreñimiento, ralentización del metabolismo y dificultad para el descenso de peso, mayor sensibilidad al frío, etc.
El cortisol. Es una hormona segregada por la corteza suprarrenal. Regula la presión arterial, el metabolismo de la glucosa y las respuestas fisiológicas al estrés. Es de vital importancia para poder levantarse por la mañana, disminuir la inflamación, y enfrentar el estrés físico y emocional de la vida cotidiana.
Vivimos en un mundo acelerado, muchas veces con niveles de estrés demasiado elevados, y el organismo compensa produciendo mayor cantidad de cortisol. Es fundamental tener en cuenta que, aunque una persona mantenga una dieta equilibrada y haga ejercicio de fuerza muscular frecuente, sus niveles de cortisol se encuentren muy elevados, y va a perder masa muscular y será muy difícil generarla. Además, con el paso del tiempo, el metabolismo basal va disminuyendo, dificultando el gasto de energía en reposo, el control de peso y el de la composición corporal.
Por último, la testosterona es una hormona androgénica muy importante, tanto para hombres como para mujeres, segregada por los testículos, pero también por los ovarios en la mujer, y por la corteza suprarrenal en pequeñas cantidades.
Es fundamental tener niveles adecuados de dicha hormona, ya que con el paso del tiempo disminuye (alrededor de los 35-40 años), y si no está controlada, se va perdiendo la capacidad de sostener la masa muscular y de hacer ejercicio de fuerza (hipertrofia). Además, la disminución de la mineralización ósea y de la actividad metabólica basal, van a generar alteraciones en la composición corporal, acumulación de grasa a nivel abdominal, produciendo menor sensibilidad a la insulina y dificultades para la pérdida de peso.
6. RELACIÓN ENTRE EL ENVEJECIMIENTO Y LA RESISTENCIA A LA INSULINA.
El envejecimiento está estrechamente relacionado con el desarrollo de resistencia a la insulina debido a varios factores fisiológicos y metabólicos. A medida que envejecemos, la pérdida progresiva de masa muscular reduce la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar la glucosa de manera eficiente, ya que el músculo es uno de los principales tejidos sensibles a la insulina.
Además, el aumento de la grasa corporal, especialmente la grasa visceral, libera sustancias inflamatorias que interfieren con la acción de la insulina. Este proceso se ve agravado por una inflamación crónica de bajo grado, característica del envejecimiento, donde se liberan citocinas proinflamatorias, que afectan negativamente la señalización de la insulina.
Otro factor importante es el estrés oxidativo, que se incrementa con la edad debido a la acumulación de radicales libres, los cuales dañan las células y dificultan la acción normal de la insulina. Además, los cambios hormonales asociados al envejecimiento, como el aumento de cortisol y alteraciones en la leptina, contribuyen a un desbalance metabólico que complica el control de los niveles de glucosa.
En conjunto, estos cambios hacen que el envejecimiento sea un factor clave en el desarrollo de resistencia a la insulina, aumentando significativamente el riesgo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas en la población mayor.
7.ROL DE LA DIETA Y LA RESTRICCIÓN CALÓRICA EN LA LONGEVIDAD Y LA FUNCION METABOLICO.
La Restricción calórica (RC) consiste en ingerir una dieta reducida en calorías y equilibrada en nutrientes, con el objeto de alcanzar mayor longevidad en buen estado de salud, evitar la
obesidad y evitar o retrasar las enfermedades en la ancianidad. Es decir, una ingesta suficiente para las necesidades energéticas del cuerpo humano.
Cada ser humano tiene un determinado metabolismo que depende de sus características genéticas y epigenéticas, y a ellas debe adaptarse su dieta. Todo lo que consumimos en exceso, nuestro organismo y en función de nuestra fisiología y bioquímica molecular, se metaboliza, obtiene energía, se elimina o se almacena en forma de grasa. Debido a esto, el exceso de dieta provoca daño celular y acortamiento de la vida. La mitocondria es la turbina metabólica de producción de energía, y los nutrientes acaban en CO2 y H2O. Su funcionamiento y su buen estado fisiológico conducen a una mayor longevidad. En seres humanos, la restricción calórica es beneficiosa, y previene una larga lista de enfermedades de la ancianidad que, protege contra las causas del envejecimiento, impide la acumulación de daño como menciona la eminente investigadora española María Blasco, que se concreta en la pérdida de telómero protector de los extremos de los cromosomas y mantienen la célula joven. Los telómeros se desgastan a lo largo de la división celular, mientras que la telomerasa repara y los alarga y consigue, según la mencionada investigadora, incrementar una longevidad activa. Por otro lado, Guarante descubrió que la restricción calórica activaba la transcripción de un gen denominado sirtuina 2 (SIR2), con capacidad para retrasar el envejecimiento.
8.ESTRATEGIAS PARA ENLENTECER EL ENVEJECIMIENTO METABÓLICO.
El envejecimiento no se puede detener, somos humanos que tendemos a envejecer. No obstante, existen estrategias para ralentizar el envejecimiento: intervenciones dietéticas, como el uso de dieta mediterránea, restricción calórica y el ayuno intermitente; ejercicio físico, el cual proporcionará un buen estado físico y ayudará a alcanzar un estado de vida saludable; y el empleo de fármacos como el resveratrol o la metformina, el cual además de usarse como tratamiento para la diabetes, algunas investigaciones muestran una clara relación con su uso y el resultado de un envejecimiento saludable a través de dianas como GDP1 y AMPKγ2. Estas conclusiones apoyan la realización de nuevas investigaciones dirigidas a posicionar el fármaco metformina, desde su utilización como tratamiento de la diabetes, a la regulación de la biología relacionada con el envejecimiento.
Fármaco metformina.
Consejos para ralentizar el envejecimiento.
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