sábado, 15 de mayo de 2021

Capítulo XXV. El teletransporte

¿Posible teletransporte en humanos y objetos?

Javier Sanguino y José Manuel Fernández

Todos tenemos una idea del teletransporte (proceso de mover un objeto o partículas de un lugar a otro instantáneamente), gracias a que lo solemos ver en películas de ciencia ficción, pero ¿alguna vez os habéis parado a pensar si nuestra tecnología será capaz de dominar el teletransporte? 

A veces leemos que ya se ha conseguido, pero a lo que se refieren es a un teletransporte cuántico, un tipo de teletransporte muy diferente a lo que tenemos en la cabeza, este trata de unas partículas que pueden viajar como si fueran ondas electromagnéticas a otro lugar, es decir, estando en estado cuántico, tratando se de fotones y partículas elementales. Este tipo de teletransporte se fundamentó en una hipótesis descrita en 1935 por el físico Albert Einstein y sus colegas Boris Podolsky y Nathan Rosen, en la que se conoce como la paradoja EPR, famosa y compuesta por estos científicos.

¿Teletransporte humano?
Por lo tanto, si hablamos de objetos y de personas, la enorme diferencia es que no solo las personas están formadas por dichas partículas, si no también por las interacciones entre ellas, siendo esto lo que tacha la oportunidad y esperanza de poder teletransportarnos en un futuro; para poder teletransportar un objeto inanimado (sin estas interacciones que producen sentimientos, no es un ser vivo) necesitaríamos desintegrar el objeto totalmente; es decir, romper sus átomos , sus moléculas, etc... y todo ello se movería, llegaría a otro lugar y se volvería a recomponer en su destino, por ello si hablamos de teletransporte de humanos, la complejidad es mucho mayor, dado a que tenemos el cerebro, órgano en el que existen una series de conexiones ( recuerdos, pensamientos, sentimientos) que a ciencia cierta es imposible descomponer y luego recomponer en otro lugar.

La clonación de seres vivos, mismas consecuencias
*Caso curioso, gato clonado en China*
Un hombre en China clonó su gato tras morir, lo consiguió gracias a una empresa pero con las mismas consecuencias que tendría si teletransportáramos a un humano, el gato no recordaba al hombre, no estaba educado, solo era físicamente el mismo gato, siendo lo mismo que pasaría su pudiéramos teletransportar a un humano; ya que al igual que no podemos recomponer recuerdos y sentimientos al teletransportar un ser vivo,  no podemos recomponer recuerdos y sentimientos al clonar un ser vivo; entorno a la noticia, el hombre ya era consciente de este contratiempo antes de que pasase y aceptó tener de nuevo el mismo gato aunque solo fuera físicamente.

Entonces, ¿ cómo teletransportaríamos un objeto inanimado ?
De primeras tenemos varios problemas, , para hacerlo necesitaríamos destruir primero el objeto, rompiendo los enlaces que lo compone y llevarlo a sus ínfimas partículas necesitando energía ( siendo este el primer contratiempo), no se sabe todavía que tipo de energía se debería emplear para poder destruir primero el objeto y luego poder volver recomponerlo; además luego cuando volviera a unirse de  nuevo, no se sabría a donde depararía liberada esa energía, siendo estos dos casos los grandes inconvenientes para teletransportar objetos, aunque hay estudios activos que intentan averiguar sobre que tipo de energía utilizar a diversos materiales para deformarlos, es posible que estos estudios nos empiecen a dar claves sobre como lograr teletransportar objetos.





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