jueves, 9 de diciembre de 2021

Capítulo VI. Era II. El Sueño.

La vida en sueños 

Eva Gragera, Carmen Jerez y Blanca Pantoja.


El sueño le da al cuerpo un descanso y le permite prepararse para el día siguiente. Es como darle al cuerpo unas pequeñas vacaciones. El sueño también le da al cerebro la posibilidad de resolver las cosas.

Fases del sueño:

No todo el descanso ni el sueño es igual una vez que nos metemos en la cama: nuestro sueño es cíclico y se divide en ciclos de aproximadamente 90 minutos que se repiten, pudiendo encadenar entre cuatro y seis ciclos seguidos.

Fase I o etapa de adormecimiento:

 Esta etapa comprende aproximadamente los primeros diez minutos del sueño siendo una etapa de transición.

Fase II o etapa de sueño ligero: 

Esta fase ocupa la mitad del ciclo. Es la etapa en la que nuestro cuerpo se desconecta lentamente del entorno que nos rodea, y tanto nuestra respiración como nuestro ritmo cardíaco se ralentiza. En esta fase hay gran actividad cerebral, que se combina con otras que no tanto, haciendo imposible que no despertemos. Por cierto, ¿alguna vez has soñado que caes por un precipicio y te has despertado asustado? Se conoce como espasmo mioclónico y ha sido durante esta fase.

Fase III o etapa de transición:

 Se trata de una etapa corta, de apenas dos o tres minutos, en la que nos acercamos al sueño profundo. Aquí nos encontramos en una relajación profunda, además de localizarse los picos de la hormona del crecimiento.


Fase IV, etapa de sueño profundo o de sueño Delta: 

Es la etapa del sueño profundo, la más importante, ya que, aquí se determina la calidad de nuestro descanso, además en esta fase es complicado despertarnos y nuestro ritmo respiratorio se ralentiza.

Fase de sueño REM (rapid eye movement) o etapa de sueño paradójico: 

La etapa de sueño REM ocupa entre 15 y 30 minutos. Se denomina fase de rápido movimiento ocular debido al movimiento constante de los globos oculares bajo los párpados. Esta fase se caracteriza por tener una alta actividad cerebral, además es aquí cuando soñamos y captamos información del exterior.







Curiosidades sobre el sueño


Pasamos alrededor de 6 años de la vida soñando.


Siempre que dormimos, soñamos. No hay otra alternativa. Quienes dicen que no sueñan, lo hacen simplemente porque no recuerdan lo que sucedió después de que cerraron los ojos. Una vez que estamos dormidos, no hay manera de que dejemos de soñar.



Los sueños de hombres y mujeres son distintos:


Las escenas y los personajes varían de un género a otro, los hombres sueñan más con escenarios y situaciones en donde hay actos de agresividad. Las mujeres, en cambio, tienen sueños ligeramente más prolongados. En ellos los detalles serían más numerosos y las situaciones más complejas.


Los animales también sueñan:

 
Los estudios realizados en animales han revelado la presencia de las mismas ondas cerebrales que en los humanos durante los sueños. Aquellos que tienen mascotas probablemente las han visto moverse y temblar mientras duermen, incluso realizar movimientos con sus patas como si estuvieran corriendo. Algunos animales, como los perros, incluso llegan a ladrar cuando duermen, igual que una persona puede hablar en sueños.




Hackear tu memoria mediante el sueño. 

Cuando estamos aprendiendo a tocar un instrumento, aprendiendo un idioma o incluso practicando un deporte nuevo el sueño podría ser una buena herramienta para impulsar ese aprendizaje.


La memoria y el sueño


Varios son los estudios que afirman que dormir es esencial para el funcionamiento de nuestra memoria. El sueño afecta a la memoria en al menos dos ámbitos:

Dormir antes de aprender para preparar el cerebro. Si no dormimos los circuitos de memoria se bloquean y no permiten absorber nueva información. Es como si no cargáramos el portátil antes de usarlo.

Dormir después de aprender para que la memoria pueda guardar esos recuerdos y no perderlos, de hecho el sueño ayuda a fijar esos recuerdos en las neuronas como si fueran archivos guardados en las carpetas de un drive.


Se ha comenzado a comprobar cómo exactamente el sueño ayuda a consolidar los recuerdos en nuestra memoria. Se basa en tres mecanismos:

  • Transferencia de archivos.


Aquí intervienen dos estructuras cerebrales muy importantes. La primera es el hipocampo, se podría considerar como la bandeja de entrada de información al cerebro. Los recibe y almacena.

El segundo se trata de la corteza cerebral. Durante la cuarta etapa del sueño se activa este mecanismo de transferencia de archivos. Imagina que el hipocampo es un USB y la corteza el disco duro, a lo largo del día el USB (hipocampo) va recopilando información, por la noche como está saturado necesita descargar toda esa información en el disco duro (corteza).


  • Repetición


Hace unos años los científicos monitorizaron el cerebro de unas ratas, las que después meterían en un laberinto. Observaron que después de vueltas y vueltas que las ratas daban al laberinto, en el monitor se podía ver que cada sitio donde se paraban los asociaban con un sonido. Al dormirse estas ratas repetían una y otra vez ese patrón pero unas diez veces más rápido. Por ello dormir ayuda a incorporar esos nuevos recuerdos mediante la repetición de acciones.


  • Integración y asociación


El sueño no guarda los recuerdos de forma individual, sino que los conecta y asocia unos con otros de forma coherente.




Por ello muchas veces nos aconsejan que no tomemos decisiones rápidas sino que... ¡lo consultemos con nuestra almohada!













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